Tras un pequeño parón retomamos la actividad en El Taller de la Madera, y esta vez con un mueble de lujo. Hablamos de un bargueño centenario que, tras su paso por el taller, ha recobrado el resplendor que lucía en sus mejores tiempos. Se trata de un mueble muy rico en sus acabados, ya que tiene marquetería, latón embutido, aplicaciones y bocallaves de bronce y, algo que le aporta una gran personalidad, incrustaciones de carey. Aparentemente no se encuentra en muy mal estado, solo falto de un poco de lustre, pero al empezar a desmontar cada pieza, vemos que es necesario renovar la trasera, reponer el carey de ciertas zonas, y dotarle de un acabado que lo proteja y realce su color. La mesa también ha necesitado un lavado de cara, tras el cual, el conjunto es de lo más llamativo.
ANTES
RESULTADO FINAL