Volvemos con un mueble singular. ¿Quién no tiene una cómoda como esta arrinconada en el desván? Antiguamente no había armarios, por lo que la ropa se guaradaba en cómodas como esta o, en su defecto en baúles. Seguro que mucha gente cuando la vea dirá "¡Mi abuela tenía una igual!" Pues ya veis, aquí hemos recuperado una muy cercana a nuestra falimia, sin ir más lejos la de mi abuela. ¿El resultado? Ahora luce como en sus mejores tiempos.
ANTES
DURANTE
RESULTADO FINAL
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