¿A quién no le gustan esos rincones decorados en tonos pastel, maderas lavadas, muebles patinados y un delicado ramillete de flores silvestres? Pues precisamente eso es lo que hemos hecho con estos muebles. No tenemos fotos del antes de la silla, pero ya os digo que era en color madera. Tras su paso por el taller, han cambiado completamente de estilo, combinando a la perfección. También hemos cambiado la tapicería, por una chenilla en un rosa pálido, realizando esta vez un tapizado con doble cordón. El sobre de la mesa ha habido que cambiarlo por su deterioro, y se le ha aplicado una pátina blanca sobre la madera, que destaca la veta de la misma. El conjunto resulta de lo más atarctivo, siendo válido para cualquier rincón de la casa.Simplemente encantador.
RESULTADO FINAL
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